jueves, 15 de mayo de 2014

Semana 2: Naturaleza Divina

Semana 2: Naturaleza Divina



El lema de las Mujeres Jóvenes comienza diciendo "Somos hijas de un Padre celestial que nos ama y nosotras lo amamos a Él...". Nos recuerda cada domingo, al repetirlo, que somos hijas de un Dios, un ser celestial, lo que nos convierte también en seres celestiales, pequeñas diosas en potencia.

En el manual para el Progreso Personal dice "He heredado cualidades divinas que me esforzaré por desarrollar". Al ser herederas de cualidades divinas, nos convertimos en mujeres divinas también, con un potencial maravilloso para llegar a ser como nuestro Padre celestial desea que seamos: como Él es.

En Predicad Mi Evangelio se nos enseñan los atributos semejantes a los de Cristo. Cuando los estudiamos, aprendemos de ellos y nos esforzamos por desarrollarlos y vivirlos constantemente, rendimos honor a esa naturaleza divina, nos vamos convirtiendo en lo que estamos destinadas a ser.

Esos atributos que se nos enseñan son: la fe en Jesucristo, la esperanza, la caridad y el amor, la virtud, el conocimiento, la paciencia, la humildad, la diligencia y la obediencia. Muchas veces cuando estamos desarrollando estos atributos, sentimos que la vida nos pone en situaciones demasiado difíciles, que las pruebas son demasiado duras y que no vamos a ser capaces de aprender y se nos olvida nuestra naturaleza divina. Pero es en momentos así en los que debemos recordar más que nunca quiénes somos y lo maravillosas que vamos a llegar a ser si nos esforzamos lo suficiente por seguir adelante en las pruebas, con la frente en alto.

Hace más de un año tuve la oportunidad de conseguir en una tienda "Deseret Book" un collar con un dije que dice "Daughter of a King" (hija de un Rey ). Además, el estuche de mi recomendación para el Templo agrega "Princess, Daughter of a Heavnely King (Princesa, hija de un Rey Celestial). Me gusta mucho porque me recuerda quién soy, mi naturaleza divina, y me da el ánimo de seguir adelante a pesar de las circunstancias que se puedan presentar. Así como ese collar y el estuche, todas debemos tener un recordatorio constante que nos ayude a tener presente nuestra naturaleza divina y que nos dé las fuerzas necesarias para convertirnos en lo que ya somos: Princesas Celestiales, hija de un Padre y un Rey celestial que nos ama.



Aceptamos venir a esta tierra a ser probadas y a perfeccionar ese potencial de diosas que tenemos. El seguir adelante con fe nos ayuda a recordar quiénes somos, lo que podemos llegar a ser y el lugar al que queremos regresar. Esa esperanza nos da el ánimo suficiente para atravesar esta vida mortal siendo y convirtiéndonos en lo mejor de nosotras. Nuestro Padre nos ama y sólo nos quiere de vuelta con Él en Su reino celestial al cual pertenecemos.

1 comentario:

  1. buscando mi blog en google encontré este, veo que no esta activo hace tiempo pero quiero comentarte que tambien soy SUD

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